Síntomas

En la mayoría de los casos, un aneurisma cerebral no tiene síntomas hasta que se rompe y comienza a sangrar. Los síntomas pueden incluir lo siguiente:

• Dolor de cabeza intenso, por lo general de aparición repentina

• Náuseas y vómitos

• Rigidez en el cuello

• Desvanecimiento breve

• Confusión

• Lentitud de movimientos

• Torpeza

• Problemas de la vista o del habla

• Parálisis o debilidad en un lado del cuerpo

• Brusquedad en los movimientos, como ataques epilépticos o convulsiones

• Coma

Busque atención médica rápido

Un proveedor de atención médica debe evaluar y tratar el aneurisma cerebral de inmediato, si es posible. Eso podría permitir salvar la vida de la persona. El equipo de atención médica llamará a los especialistas cuando se conozca la causa. Si el aneurisma sangró, el tratamiento comenzará de inmediato.

En algunos casos, solo se usa atención de apoyo para tratar el sangrado. Es posible que el tratamiento no repare los daños cerebrales si el aneurisma ya ha sangrado. Pero una cirugía puede ayudar. Puede prevenir otro sangrado. También permite eliminar la sangre atrapada en el interior o alrededor del cerebro. Y puede aliviar la presión adicional en el cerebro. El proveedor también podría optar por otras formas de tratamiento. Por ejemplo, se puede colocar un espiral endovascular o una pinzado microvascular. Estos tratamientos permiten prevenir otro sangrado.

En algunos casos, el aneurisma puede provocar una lesión grave en el cerebro. Podría ser necesario el uso de equipos médicos de soporte vital. Algunas veces, hasta el tratamiento más intensivo no logra salvar la vida de la persona.

Colabore con el equipo de atención médica

Su ser querido podría estar tan enfermo que ni siquiera comprenda lo que está ocurriendo. Es posible que usted deba decidir acerca del tratamiento que se le va a dar a su ser querido. El equipo médico responderá todas las preguntas que tengan. Elija solo a algunos familiares para que se comuniquen con el equipo de atención médica. Estos familiares podrán compartir las novedades con los demás. Esto facilitará la tarea de mantener a todos informados. Si la situación es crítica y su ser querido tiene un testamento vital o ha designado a alguien como apoderado para las decisiones médicas, asegúrese de informar sobre esto al equipo médico y de entregarles copias de los documentos.