Información de salud


Educación con materiales en línea

Los pacientes de hoy están empoderados e informados. Algunos pueden acudir a la visita con información que investigaron en Internet. Pero, como sabe, es importante seleccionar las fuentes con cuidado. La calidad del contenido es fundamental a la hora de elegir y utilizar información médica en línea y otras fuentes periodísticas. Las consultas en los sitios web no pueden reemplazar la guía o el consejo personal.

Un proveedor de atención médica sostiene una tableta y habla con un hombre.

Elección de recursos en línea

Como proveedor de atención médica, se compromete a brindar a los pacientes información en la que puedan confiar. Cuando sugiera sitios web, recomiende aquellos que se basen en fuentes de contenido objetivas e independientes. No los dirija a sitios creados para promover un determinado tratamiento o procedimiento. Recomiende a los pacientes sitios administrados por asociaciones médicas o agencias gubernamentales, como los NIH. Busque sitios con las siguientes características:

  • Políticas de privacidad que son fáciles de encontrar y entender

  • Información clara sobre la propiedad del sitio y las contribuciones financieras

  • Una distinción clara entre publicidad e información médica

  • Contenido escrito por profesionales de la salud u organizaciones de renombre

  • Fechas de revisión de contenido indicadas claramente

  • Contenido revisado por pares clínicos y actualizado con frecuencia

Uso de recursos en línea

Antes de recomendar un sitio web a los pacientes, tómese unos minutos para revisar el sitio. Familiarícese con el contenido, el enfoque y la filosofía. Verifique los enlaces para asegurarse de que funcionen y de que el contenido sea apropiado. Tenga en cuenta cualquier diferencia entre lo que un sitio puede aconsejar y sus propias prácticas de tratamiento. De esta manera, estará listo para responder las preguntas de los pacientes. Si sugiere aplicaciones específicas, asegúrese de que también tengan contenido legítimo, actualizado y apropiado. Algunas aplicaciones para teléfonos inteligentes y tabletas pueden brindar recordatorios frecuentes y contenido educativo en cantidades manejables, incluso semanalmente. Esto ayuda a reforzar los puntos de aprendizaje clave.

Selección de videos y audios

Los videos cortos y concisos funcionan mejor (de 5 a 15 minutos). Busque videos que sean culturalmente adecuados para su población de pacientes. Si su práctica implica enseñar instrucciones paso a paso, los videos son muy útiles. Pueden permitirles a usted y a su personal ahorrar el tiempo que se dedica a las demostraciones repetidas. Si no se necesitan imágenes, como en una grabación de relajación donde se enseñan las imágenes guiadas, el audio puede ser igual de efectivo. También puede ser menos costoso. Use videos que muestren una amplia variedad de personas. Deben incluir ropa, edades, tonos de piel y habilidades físicas diferentes.

Uso de videos y audios

Ciertos contenidos médicos son muy personales, como las pruebas de VIH o la disfunción sexual. Generará confianza y empatía al brindarles a los pacientes un lugar privado para ver este tipo de videos. Los videos generales, sobre temas como la dieta o el ejercicio, son útiles para muchos pacientes. Se pueden reproducir en salas de espera. Tanto los videos como los audios maximizan la comunicación con el paciente. Motivan a los pacientes a realizar cambios difíciles, como dejar de fumar o bajar de peso. Extienden el tiempo que usted y el personal pasan con los pacientes. Asegúrese de que los videos que proporcione o aconseje tengan subtítulos para los pacientes con discapacidad auditiva. Pida a los pacientes y sus familias que escriban las preguntas que tengan sobre el contenido. Pueden llevarlas a la próxima visita al consultorio.

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