Información de salud


Quistes ováricos

Un quiste suele ser un saco o bolsa lleno de líquido, como un pequeño globo de agua. Estos quistes son casi siempre inofensivos y muchos desaparecen por sí solos. Generalmente crecen lentamente y pueden tener diferente tamaño, desde un chícharo (arveja) hasta un poco más que una toronja. En muchos casos, usted no tendrá ningún síntoma. Suelen detectarse únicamente durante un examen pélvico. Generalmente los quistes ováricos no son cancerosos.   

Quiste funcional

Este es el tipo más común de quiste. Se forma cuando un folículo no libera un óvulo maduro o sigue creciendo después de haber liberado el óvulo. Es frecuente que los quistes funcionales se presenten solamente en un ovario a la vez. Generalmente se reducen por sí solos en 1 a 3 meses. Aunque no es frecuente, un quiste se puede romper y causar dolor. El dolor también podría originarse por el retorcimiento de un ovario que se agrandó debido al quiste que crece en su interior. 

Vista frontal de un ovario con un quiste ovárico.

Quiste dermoide

En ocasiones, algunas células que están presentes desde el nacimiento comienzan a desarrollarse y formar distintos tejidos como piel, grasa, cabello y dientes. Por eso, este tipo de quiste se llama dermoide. Los quistes dermoides pueden crecer en uno o en ambos ovarios. Por lo general, no causan síntomas. Sin embargo, si comienza a filtrar o si el ovario se retuerce, puede causar un dolor muy fuerte.

Corte transversal de un ovario con un quiste dermoide.

Endometrioma

En ocasiones, crece un tejido similar al recubrimiento del útero (endometrio) y se convierte en parte del ovario. Este tipo de quiste se suele llamar quiste de "chocolate" porque es de color marrón oscuro. Estos quistes pueden crecer en uno o en ambos ovarios y suelen causar dolor, especialmente cerca del momento de la menstruación o durante el acto sexual.

Vista frontal de un ovario con un endometrioma.

Cistoadenoma benigno

Si la cápsula que rodea el ovario crece, puede formar un cistoadenoma. Estos quistes pueden crecer en uno o en ambos ovarios. Por lo general, no causan síntomas si son pequeños. Pero si crecen, pueden ejercer presión contra los órganos que están cerca de los ovarios y causar dolor. También pueden causar dolor por estirar la cápsula del ovario. Un quiste que empuja la vejiga puede provocar ganas frecuentes de orinar. En ocasiones, estos quistes se rompen y sangran.

Vista frontal de un ovario con un cistoadenoma benigno.

Quistes malignos

Estos quistes pueden invadir otros tejidos o propagarse a otras partes del cuerpo.

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