Cómo una SCI afecta la respiración

Los nervios que participan en la respiración comienzan en el cuello y bajan hasta la mitad de la espalda. Tener una SCI en cualquier parte de esta región (en el nivel T12 o más arriba) puede provocar que pierda algo de control en los músculos respiratorios. La medida en que se ve afectada la respiración varía de una persona a otra. Es posible que necesite usar equipos, como un respirador, que lo ayudan a respirar. O bien, quizás respire por su cuenta con poca o nada de ayuda. Pero independientemente de la ayuda que necesite, usted es mucho más propenso a tener neumonía que las personas que no sufrieron una SCI. El programa de atención para la respiración y los siguientes consejos pueden ayudarlo a prevenir esta afección y otras complicaciones.

Medidas para prevenir complicaciones en la respiración

Siga este programa para proteger los pulmones y mejorar su respiración. Estos consejos pueden resultar útiles:

Colocarse vacunas de forma regular puede ayudar a mantenerlo sano.

• Tome precauciones para prevenir enfermedades y la neumonía:

  • Reciba las vacunas de forma regular. Estas ayudan a protegerlo contra la neumonía y la gripe.

  • Aprenda acerca de los síntomas de la neumonía y de otras infecciones pulmonares que debe vigilar. Consulte la sección “Cuándo llamar a su proveedor de atención médica” a continuación.

  • Manténgase alejado de las personas que podrían estar enfermas.

  • Si se enferma, descanse mucho y tome los medicamentos que sean necesarios. Es muy importante que trate su enfermedad rápidamente para que no empeore.

• Evite que se acumule demasiada mucosidad en los pulmones. Los problemas con los músculos respiratorios dificultan no solo respirar, sino también toser. Cuando tiene problemas para toser, se acumula demasiada mucosidad en los pulmones. Esto causa congestión y lo hace más propenso a tener infecciones. Haga lo siguiente para ayudar a mantener los pulmones limpios:

  • Use las técnicas para toser que le enseñaron en rehabilitación para sacar la mucosidad de los pulmones. También pueden usarse la aspiración y otros métodos para sacar el exceso de mucosidad de los pulmones y las vías respiratorias.

  • Tome abundante agua diariamente. Esto ayuda a diluir la mucosidad para poder expulsarla con más facilidad.

• Haga ejercicios respiratorios todos los días. Los ejercicios respiratorios fortalecen los músculos respiratorios y facilitan la respiración. Haga los ejercicios que le enseñaron al menos 2 a 3 veces al día.

• Deje de fumar. Fumar limita la cantidad de oxígeno que se transporta a los órganos y los tejidos. También provoca mucho daño en los pulmones. Si fuma y necesita ayuda para dejar de hacerlo, hable con su proveedor de atención médica.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

Llame a su proveedor de atención médica de inmediato si tiene alguno de los siguientes síntomas de neumonía o de una posible infección en los pulmones.

• Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior, o según se lo indique su proveedor.

• Escalofríos

• Tos con mucosidad que cambió de color

• Aumento en la acumulación de mucosidad u otras secreciones en los pulmones

• Respiración acelerada, dificultad para respirar en aumento, o ambas

• Opresión o dolor en el pecho

• Palidez

• Debilidad o cansancio

Atención para toda la vida

Después de una SCI, necesitará recibir atención constante para mantenerse activo y sano. Esto no solo incluye controlar sus problemas respiratorios, sino también otros problemas de salud. Tome activamente las riendas de su salud. Haga todo lo que pueda para mantenerse saludable y reduzca el riesgo de tener complicaciones. Obtenga el apoyo de sus familiares y amigos cuando lo necesite. Y consulte a su equipo de atención médica si tiene alguna pregunta o preocupación sobre su atención.